La locura por hacer tejos caseros no pasó por varios diseños y materiales. El donante de esta nave fue un resorte de vagones de carga.
Para darse cuenta de la idea, necesita una hoja entera de resorte viejo de un pequeño camión. La hoja se corta en pedazos, los dos más largos se convierten en la base de la nave. Las láminas se unen mediante casquillos soldados que se convierten en bisagras.
Para reparar la herramienta, se utiliza un pasador largo, que se monta en una bisagra a la primera parte y pasa a través de una ventana rectangular a la segunda. Las esponjas de tejo están hechas de tiras estrechas del mismo metal con un patrón de amoladora angular de corte fino y delgado.